Es 9 de mayo de 1994. No son días especialmente gloriosos para el Manchester City Football Club, que acaba de finalizar en la decimosexta posición en una Premier League de la que hace apenas un par de años fue uno de los fundadores.

En las fotos, el guitarrista Noel Gallagher y hermano Liam, vocalista, posan para la lente de Kevin Cummins vestidos con camisetas del “otro” club de la ciudad de Manchester, en días en los que el mundo ve al United de Sir Alex Ferguson llevarse la atención y los títulos. Pero lo que importa es que, en esa famosa sesión, hay dos Citizens triunfando y dándole un motivo de orgullo a quienes sienten los mismos colores.

Tres, si contamos al renombrado fotógrafo. Noel, el mayor de los hermanos, tiene puesta la camiseta titular celeste. Liam, el menor, la blanca con rayitas negras que oficia de alternativa. Sobre el pecho de los Gallagher, una publicidad va a ser leída como un guiño treinta años después. La palabra BROTHER domina el plano y define la relación entre los líderes de Oasis, una de las bandas más destacadas de un movimiento musical que trasciende las fronteras del Reino Unido.

Una supernova de champagne

Dentro del nuevo sonido conocido como britpop, subgénero del rock alternativo nacido a principios de los años noventa en el Reino Unido, Oasis fue una piedra angular desde que Liam entró a la banda y pidió el ingreso de su hermano Noel porque precisaban a alguien que compusiera buenas canciones. Por impacto e influencia en la cultura británica, fueron los Beatles de su era. Aquellos muchachos provenían de lo más bajo y pasaron a ser una de las bandas más grandes de todos los tiempos. Los jóvenes y la gente de entornos similares se identificaban con ellos porque no eran hijos del sur adinerado.

Oasis fue un fenómeno absoluto. Pero como su canción “Champagne Supernova”, metáfora que alude a algo espectacular y deslumbrante, terminó siendo una ilusión. Detrás de la ruptura de la banda, en 2009, hay una larga sucesión de peleas entre los hermanos Gallagher. Nada nuevo para ellos. Ya en setiembre de 1994, Noel se había ido del grupo por diferencias con su hermano menor, al que en 1995 golpeó con un bate de cricket. En 1996, fue Liam el que adujo problemas personales durante el MTV Unplugged y motivó la cancelación de una gira por Estados Unidos. En 2000, trasladaron el escenario de la confrontación a Barcelona y en 2002 a Múnich. Para 2005, Noel revelaría cuan profunda era su desilusión respecto a su hermano, que terminaría ocasionando la ruptura definitiva de Oasis al romperle la guitarra durante un show en París.

Acquiescencia de una mañana de gloria 

Para entender a los Gallagher y lo que significan, hay que entender a Manchester y los mancunianos. Esa ciudad que fue cuna de la Revolución Industrial, hogar de la primera biblioteca pública angloparlante y de la primera estación de trenes del mundo, se caracteriza por su arraigado sentido de unidad y pertenencia. En ese contexto, Oasis era mucho más que una banda de rock. Para los habitantes de Manchester, olvidados por la clase dominante, significaban tener voz.

Y es ahí donde entra el sentido de pertenencia en los hermanos, tan de Manchester y tan del City. A mediados de 2023, cuando los Citizens quedaron al borde de ganar la Champions League por primera vez en su historia, Liam realizó una promesa –ya borrada– en Twitter: "Si Manchester City gana la Champions League voy a llamar a mi hermano y reunir a la maldita banda". El City ganó la Champions y, un año después, los rumores se propagaron cuando Liam dedicó el tema de Oasis, “Half the world away”, a su hermano mayor Noel, durante su actuación en el festival de Reading.

Oasis (2005). Foto: Will Fresch

Alguna vez, Noel definió al sentimiento que los une al equipo como una psicodelia bizarra. Una que hizo que colocaran una foto del legendario delantero Rodney Marsh en la carátula del primer disco de Oasis, o que hace sonar "Wonderwall" como un himno en el vestuario después de cada triunfo. Simbiosis con profundas raíces familiares, proveniente de un padre que también odiaba a sus hermanos y se hizo del City para llevarles la contra. Ese club marcó la vida de Noel y Liam Gallagher, tanto como para hacer posible la vuelta de la banda que marcó la juventud de tanta gente alrededor del mundo.

Cuenta La Biblia que, a grandes rasgos, Caín mató a su hermano Abel por celos. Los mismos que Noel sintió desde que Liam llegó a su vida. "Cuando Liam llegó, todo cambió. Invadió mi espacio. Durmió en mi cuarto. Usó mi ropa. Y desde entonces es lo único que ha hecho: entrometerse en mi vida", declaró en el documental Oasis: Be Here Now (1997), de MTV. En su caso, la cosa no llegó a tanto, pero su madre dijo alguna vez que nunca supo cómo manejar el tema. Quizás por eso, fue tanta su alegría cuando los vio unidos durante 18 años en una banda de rock.

De las 135 canciones que conforman el catálogo de Oasis, 105 son de la autoría —total o parcial— de Noel. Liam, algo que siempre irritó a su hermano, se ganó la idolatría del público. En el documental Supersonic, Liam dice durante un ensayo de Oasis en Mánchester, en 1993: “He leído algo en la Biblia. Estaban Adán y Eva, ellos tuvieron dos hijos… Estos dos hijos se pelearon un día, uno apuñaló al otro (...). ¡Está en la Biblia! De eso se trata. Por eso seremos la mejor banda del mundo, porque odio a este imbécil”.

En 2011, cuando el conductor televisivo Jonathan Ross le preguntó sobre su relación con Liam, Noel respondió: "Él es muy gracioso; yo soy brillante. No sé por qué no nos llevamos bien. Debemos estar agradecidos por ello. Oasis acabó horrible, pero las cosas no son para siempre. No tengo contacto con él, aunque mi madre ha hecho algunos intentos para que nos encontremos en Navidad".

La reunión de los Caín y Abel del rock tiene un costado poético. Ocurre en el mejor momento del equipo de sus amores, exactamente lo opuesto a lo que ocurría en los noventa. Un final feliz supeditado a que no se vuelvan a pelear, el momento perfecto para que se vuelva a producir esa comunión entre Oasis y sus seguidores. La huella social, familiar y de pertenencia del fútbol en los ingleses es indeleble. Puede sobrevivir a los problemas familiares provocados por el alcoholismo de un padre, por la violencia y cualquiera de sus derivaciones. Cuando irrumpió Oasis, solo los mancunianos de pura cepa eran del City. Los hinchas del United tenían el código postal de Londres. Aquel club que pasaba grandes problemas financieros y peleaba el descenso pasó a ser uno que colecciona Premier Leagues al mando de Pep Guardiola y se da el lujo de ganar la Champions.

Y, más allá de la promesa de Liam, el comunicado oficial de Oasis negó la existencia de cualquier momento revelador que haya dado pie a la reunión. Tan solo habían entendido que era el momento adecuado para silenciar las armas. Las estrellas –incluso la Supernova de Champagne– se alinearon y la espera terminó. Vuelve Oasis, vuelven los Gallagher y hay gira. La banda invita a verla en vivo, advirtiendo que el acontecimiento no será televisado.

"Acquiesce", que significa ceder o aceptar algo a regañadientes, es el gran himno con el que los Gallagher hacían estremecer al público en sus conciertos. Es uno de los contados temas de Oasis en los que los dos hermanos tienen una parte predefinida: Liam canta su parte, (la de siempre) y Noel el estribillo. Al mayor de los Gallagher no le gusta que la gente crea que la canción trata sobre su relación con su hermano, pero es inevitable que todo el mundo esté diciendo que se necesitaban el uno al otro, que creían en el otro y que sabían que iban a descubrir lo que estaba durmiendo en su alma.

En una de aquellas imágenes capturadas por Kevin Cummins en 1994, Noel sostiene la camiseta de Liam como si quisiera destacar la palabra que domina el encuadre. Si una foto puede decir más que mil palabras, aquella producción de tres décadas atrás grita desafiante que el amor por un equipo va más allá de cualquier vaivén de la vida. Incluso de los peores conflictos fraternales.