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Contenido creado por Agustina Lombardi
Historias
Metamorfosis radial

Beatniks #5: el anuncio de Cesárea Beat y un recorrido gastronómico con Daniela Varela

La voz detrás de “Comiéndome al mundo”, la columna más longeva de LatidoBEAT, visitó Beatniks y compartió sobre cómo es viajar y comer.

15.12.2022 14:58

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2022-12-15T14:58:00-03:00
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La metamorfosis radial de LatidoBEAT sigue a flote por Radio Voxi. Pero antes de bajar el ancla y detenerse para disfrutar del calor de fin de año, Beatniks tiene razones para festejar. En el quinto capítulo del programa anunciamos Cesárea Beat: el viernes 16 de diciembre celebramos, en La Cretina, el parto difícil de este proyecto cultural que se gestó hace exactamente nueve meses, el 16 de marzo de 2022.

Primero nos leyeron, después nos escucharon. Ahora nos verán las caras. Queremos conocernos, intercambiar, dialogar, charlar. También pelearnos. Somos gente de sangre caliente. No es casualidad que nuestra personalidad nos lleve a la cesárea como forma de nacer. Queremos bailar. Y para que eso suceda, pensamos muy bien cómo debe ser el viaje musical de la noche: DJ Serra Sur, Funky Tans, Little Cobra y Markitos Motosierra. Un line up que pasea por varios estilos.

En esta travesía tuvimos el gusto de conocer a Daniela Varela cara a cara; a su prosa ya la conocemos desde que inauguró hace cinco meses su columna “Comiéndome al mundo”. La publicista vive en el exterior hace nueve años: comenzó por Vietnam, pasó por Singapur, y ahora está en Nueva York.

Daniela comenzó a escribir en su propio blog en inglés y “por amor al arte”, “con el afán de querer compartir con más gente” sus experiencias. La “bitácora de viajes con sabor” —como ella le llama al enfoque de sus columnas— surge del placer propio por juntar “las letras y el puño” con el “cubierto y el plato”. Además, asegura que, al momento de interactuar con personas tan diversas en lugares tan lejanos, “uno se hace entender cuando quiere, y muchos de esos hechizos suceden a través de la comida”. Pero, respecto a su escritura, en un momento se dio cuenta de que “el arte estaba, pero faltaba el amor”. Le quedaba “trunco” el hecho de que personas cercanas, que ella quería, la pudiesen leer y entender. “Fue el dilema constante de calidad versus calidad”.

Sobre su estilo de vida, vivir viajando, comenta: “Pertenecés y, a la vez, no. Tenés un pie acá y un pie allá. Una mano adelante y una atrás. Pero en el mejor de los sentidos”. “Cada vez que vengo, traigo pedacitos de mis experiencias”. Pero, también, agrega: “Cuando me voy, quiero ser la mejor embajadora que tiene el país”. Lo resume con elegancia; su estilo de vida la lleva a “danzar en la incertidumbre y volver la entropía como bandera”.

Colombia fue uno de los últimos destinos en los viajes de Daniela, sobre el que escribió también una columna para LatidoBEAT.