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Contenido creado por Sofia Durand
Cine
Let it rip

“The Bear”: Entre el desorden de una cocina y la banda sonora al servicio de la trama

El panorama musical, entretejido por Christopher Storer, colabora para que cada escena sea una pieza memorable.

22.08.2024 10:53

Lectura: 17'

2024-08-22T10:53:00-03:00
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Por Gerónimo Kener | @gerokener

La comida es esencial para vivir. Es tan importante que no puede reducirse a una actividad como cualquier otra. Los alimentos tienen una historia detrás, una tradición cultural de un país, una ciudad, una familia.

Comer implica detener el tiempo, atesorar sabores, entablar una conversación, recordar momentos, e incluso, disfrutar de una canción de fondo.

The Bear (2022) se sitúa en el mundo gastronómico y utiliza la música como acompañante fundamental para la vida de los personajes. Christopher Storer, creador de la serie, y Josh Senior, productor ejecutivo, son los encargados de elegir a los artistas.

El reloj se mueve, el tiempo corre. Los primeros planos en la cocina de The Beef son caóticos. Carmen Berzatto, uno de los chefs más prestigiosos del mundo, tiene que sumergirse en el corazón de Chicago y continuar el legado familiar, tras la muerte de su hermano.

La canción "New Noise”, de Refused, fue seleccionada como leitmotiv de la vorágine. El grupo sueco de hardcore punk editó The Shape of Punk To Come (1998), un manifiesto político y musical que rompió con el sonido tradicional del subgénero, incorporando elementos electrónicos, jazz y una sensibilidad pop, propia de la tradición escandinava. El riff y la batería construyen tensión, anticipando la llegada de un sonido inesperado.

Storer entiende que la estructura de la composición musical es ideal para explicar la ansiedad del protagonista. En el primer episodio, se escucha la introducción mientras Carmy intenta lidiar con facturas sin pagar, menos kilos de carne y un arcade con mal funcionamiento. Antes de escuchar la voz de Dennis Lyxzén, la canción desaparece. Todavía no es momento de apreciar la liberación que produce el avance del tema, eso va a suceder cuando los personajes se encuentren en un nuevo estadio.

Minutos después, para retratar un poco de calma, suena “Vía Chicago”, de Wilco. Se observa el punto de la carne. Carmy intenta tener una conversación con su hermana, acerca de lo que significa el restaurante para él. La elección no es simplemente por ser una banda de la ciudad, sino por expresar a la perfección la melancolía de los pequeños momentos. Summerteeth (1999), se convirtió en el álbum que se aleja de los orígenes country y apuesta por la visceralidad de Jeff Tweedy con la capacidad multi instrumentalista de Jay Bennett, ideando un pop sombrío.

De a poco, la historia va mostrando detalles del viaje traumático de Carmy, como su experiencia con un chef que lo exigió hasta el colapso mental. Las pocas escenas fuera de la cocina, ejemplifican su estado de ánimo, como su mirada al horizonte pensando en su hermano, musicalizado por “Oh My Heart", de R.E.M.

I came home to a city half-erased/I came home to face what we faced/This place needs me here to start/This place is the beat of my heart”, dice la canción que aparece en Collapse Into Now (2011), último disco de los norteamericanos. Desde adolescente, él soñaba con ser parte de The Beef. Su regreso a la ciudad implica buscar respuestas a las acciones de su hermano, pero también probarse a sí mismo que puede hacer su propio camino, sin importar la mirada de los demás.

Las idas y vueltas explotan en el episodio siete. Inicia con una escena de créditos, por primera vez en la temporada, y lo hace mostrando cada rincón de la ciudad en las primeras horas del día. Suena Sufjan Stevens y su canción "Chicago". La voz del artista de Detroit transmite la melancolía característica de la serie, y se entrelaza con los sonidos urbanos. La cámara se traslada a la cocina. Mientras intentan lidiar con pedidos infinitos, Carmy libera su comportamiento tóxico. Sydney y Marcus abandonan sus puestos en medio del caos.

¿Cómo musicalizar este momento? Storer recurre nuevamente a Wilco, pero en una etapa distinta y ligada al rock. Suena “Spiders (Kidsmoke)”, su versión en vivo de 11 minutos, a la par de un plano secuencia asfixiante. Tweedy utiliza la guitarra como sensor, de menos a más, desde el proto punk con influencias de Television al trance krautrock con similitudes a Neu!. Hacia el final del episodio, las guitarras chillonas suben su volumen, metiéndose en la cabeza de Carmy hasta el borde de la locura.

Al igual que al comienzo de la serie, Carmy recibe al delivery de carne, que le trae mal el pedido. Como un círculo vicioso, vuelve a sonar “New Noise”. Mientras piensa cómo va a superar un día que se avecina complicado, intenta prender un cigarrillo en la cocina, desatando un pequeño fuego frente a sus ojos. En vez de utilizar más tiempo de la canción, la introducción vuelve a servir como preámbulo de algo que va a suceder.

En este caso, es la aparición de una carta de Michael, con la frase “Let it rip” y la receta familiar de la pasta. Mientras abre una lata de tomate, descubre que dentro de ella hay dinero y decide chequear todas las latas guardadas. Con el regreso de Sydney y Marcus, el equipo está completo. Carmy decide completar el sueño frustrado con su hermano y abrir un restaurante: The Bear.

Mientras almuerzan, hay primeros planos de cada personaje, que indican que hay una armonía latente en el lugar. Carmy se encuentra entre la felicidad por el futuro y la nostalgia con su hermano. "Let Down”, de Radiohead, es la canción que cierra la temporada y retrata el momento. Hay una similitud entre los sentimientos del protagonista y la voz de Thom Yorke, suave y rota al mismo tiempo; incluso sus personalidades se asemejan.

El proceso de Ok Computer (1997) fue largo y tedioso. Ocupados día y noche en la composición y en los escenarios, el tiempo libre quedó eliminado. La lírica del álbum manifiesta la inquietud del artista británico por relacionarse con otras personas, frente al avasallamiento de la tecnología y la paranoia de la vida cotidiana, síntomas que se convirtieron en un anticipo del siglo XXI.

Sin dudas, el personaje interpretado por Jeremy Allen White se encuentra superado por su vida laboral. El tiempo libre es un enemigo; se comunica a través de la comida y sus rutinas. Mientras se escapa del vínculo humano, al mismo tiempo quiere reconectar con su familia, y el restaurante es la vía de conexión, así como la música lo es para Yorke.

La segunda temporada se detiene en la construcción de The Bear. Ahora, la ansiedad se traslada a los tiempos limitados para abrir y el dinero que implica cada decisión. Para el final del primer capítulo, vuelve a sonar “New Noise", y ahora sí escuchamos la voz de Dennis Lyxzén, como un síntoma de liberación ante el estrés acumulado.

El abordaje para utilizar esta canción tiene que ver con la creatividad. Carmy y Sydney diseñan el nuevo menú con pasión, caos, pero con criterio. Son conscientes de que el trabajo gastronómico no paga muy bien y demanda un esfuerzo sobrehumano. El nuevo restaurante es una forma de encontrar su propia voz.

En la primera temporada, la música se mueve entre el rock y el pop de bandas experimentadas, tal vez, décadas y décadas en los hombros. El soundtrack de la segunda parte es versátil y específico para cada personaje. Cuando Sydney recorre la ciudad en busca de nuevos sabores, aparece el synthpop de Martin Rev, el soul de Edward Starr y Tommy McGee.

Los estilos son distintos, pero las letras se complementan. Hacia el desenlace del recorrido, suena el new wave introspectivo de The Durutti Column, que empalma a la perfección con el montaje colorido de fotos infantiles y sabores. Finalmente, los ravioles no cumplen con las expectativas, y el soul con fuzz en la guitarra de Mavis Staples da a entender que, a pesar de la frustración de Sydney, el método prueba y error va a dar sus frutos.

Luego de varios capítulos en los que el protagonista empieza a dividir su atención entre el restaurante y Claire, la tensión del primer beso es musicalizada por “Can't Hardly Wait", de The Replacements. El bajo de Tommy Stinson lleva el ritmo. Segundos previos al beso, un violín y saxofón dan sentido de epicidad propio de los años 80, donde The Replacements jugaba a combinar rock y pop curado por el ingenio de Paul Westerberg.

Uno de los episodios más importantes tiene a Richie como protagonista. Mientras intenta dilucidar cuál será su lugar en The Bear, conoce el restaurante de la chef Terry, donde hay un ambiente organizado y robótico. Su personalidad choca con este tipo de lugares, por la desconfianza hacia el maltrato y el tipo de comensales de clase alta. Encuentra un propósito cuando tiene conversaciones con Garrett, acerca del respeto y la hospitalidad. Incluso, encuentra agradable su plática con Terry, mientras pelan champiñones. Observa en el personaje de Olivia Colman un arraigo familiar, similar al que tiene Richie con Carmy. Su vocación es hacer feliz a la gente que visita el lugar y, en ese sentido, él puede hacer lo mismo en The Bear. Al mismo tiempo, su ex esposa le avisa que se va a casar con su nueva pareja.

Necesita encontrar un pulso de vida para hacer su día a día más ameno, que le va a permitir disfrutar el tiempo con su hija, lo más importante. Storer utiliza “Love Story" de Taylor Swift como elemento diegético. Richie libera sus frustraciones gritando en el auto el estribillo de la canción. La letra narra un amor idealizado entre la artista y un joven, utilizando referencias a la historia de Romeo y Julieta. Pero la resolución no es trágica, sino que termina con una propuesta de casamiento.

"Love Story" se convierte en un lazo entre padre e hija, ya que Eva es fanática. Hace todo lo posible para empatizar con la música. Primero, intenta conseguir entradas para un recital, y luego se apropia de la canción. La disfruta en soledad, tras encontrar su propósito. En cierta forma, también sirve para duelar su relación con Tiffany. Richie, como Taylor Swift, propone en su cabeza un final alegre, ya que en este caso es importante seguir adelante, y que ambos sean felices por el bien de ellos y su hija.

Cuando The Bear abre para amigos y familiares, el desorden se vuelve a repetir. Gritos por doquier terminan con Carmy encerrado en la cámara frigorífica. “Animal”, de Pearl Jam, las guitarras y la voz de Eddie Vedder, representan a través del rock un método de presión para solucionar los pedidos en cinco minutos.Why would you want to hurt me? Oh/ So frightened of your pain”, dice la letra, que es un paralelismo con los sentimientos de Carmy, que no puede disfrutar del momento de apertura y está solo, lidiando con su cabeza traumática.

Hacia el final, Carmy decide tirar por la borda su relación con Claire y se pelea con Richie. Palabras hirientes que retroceden su evolución personal. “Half A World Away" de R.E.M, que pertenece a Out of Time (1991), el disco que cambió la popularidad de la banda para siempre, simboliza el conflicto interno de los personajes. Todos esconden tristeza en distintas proporciones. Lo que debería ser un momento de plenitud colectiva, es un descargo de tensiones acumuladas.

Sydney recibe la aprobación de su padre, una situación muy importante para ella. Sin embargo, al mismo tiempo, su cuerpo le da señales de hartazgo, como el vómito. Marcus, feliz con la placa de “Cada segundo cuenta”, está a punto de recibir la noticia de la muerte de su madre. Richie encontró su lugar en el restaurante, pero se enteró de que una de las personas más importantes en su vida lo considera un fracasado. Carmy saldrá de la cámara frigorífica y tendrá que lidiar con nuevos problemas. Una guitarra acústica y la voz de Michael Stipe, son suficientes para regresar a la melancolía de los primeros episodios.

Storer deja de lado las guitarras y letras semejantes a los personajes. “Together" de Nine Inch Nails, musicaliza en su totalidad el primer episodio de la tercera temporada. Trent Reznor, junto a Atticus Ross, rodean el ambiente de teclados. “Lo que es muy importante es que no quieres humo, sino música”, le dice uno de sus mentores a Carmy, cuando elaboran un plato. El protagonista necesita recomponerse para que The Bear sea el lugar soñado. Los flashbacks de buenos y malos momentos, junto a la pieza instrumental, ayudan a llevar calma luego del caos.

Carmy considera que, para lograr el éxito, tiene que repetir algunos hábitos que otros chefs le enseñaron. Nadie está a gusto con los “innegociables” propuestos. Con una ironía palpable, entre un menú que cambia todos los días y gritos llenos de furia, suenan la Berlin Philharmonic y Victorian Opera Orchestra. Se supone que todo debería funcionar como una ópera, donde el director traduce armonía y control. No es el caso.

Uno de los capítulos más importantes, es cuando se muestra la llegada de Tina a The Beef. Dirigido por Ayo Edebiri, quien también interpreta a Sydney en la serie, retrata otro tipo de ansiedad, la de una madre cuando se queda sin trabajo. La música recorre todos los estadios de sus emociones.

“Get Down On It”, de Kool And The Gang, sostiene la rutina cuando se levanta. Un poco ansiosa por el aumento de alquiler, aún no sabe la noticia que le espera. Genevieve Artadi, artista experimental que cruza el jazz, funk y electrónica, se mueve a la par de los números de la computadora de Tina. “The Start of Things", compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross para la película Mid 90s, se encarga de acompañar la pésima noticia del despido. Al igual que varios pasajes de la temporada, la música instrumental es fundamental para representar momentos oscuros.

"The Morning Fog”, de Kate Bush, y su pop misterioso es la banda sonora para buscar trabajo. Entre beats y guitarras sutiles, la artista británica describe con esperanza, un momento donde la oscuridad queda a un lado, para respirar y apreciar lo cotidiano. Tina se siente así. A pesar de la frustración y el paso de los días, pone buena cara ante el rechazo. La paciencia siempre tiene un límite. Cuando se postula por Linkedin y llega al edificio corporativo, el beat electrónico de Genevieve Artadi vuelve a aparecer. Al borde del colapso, llega a The Beef, donde suena "Sabotage", de Beastie Boys. La ira en la voz de Adam Horowitz se fusiona a la perfección con el sentimiento de Tina, que necesita expresar su enojo hacia el sistema. Michael Berzatto es quien le da la solución, la escucha y le ofrece ser parte del lugar.

Cuando Natalie está en el hospital para el parto la acompaña Donna, su madre. Luego de aparecer en el mítico episodio de navidad, el personaje interpretado por Jamie Lee Curtis intenta remediar tantos años de trauma impregnado en su hija. Entre conversaciones, le muestra cuál fue la canción que escuchó en el nacimiento de Natalie. “Baby, I Love You” de The Ronettes, hace emocionar a Donna, por el recuerdo de tenerla en sus brazos y porque, en sintonía con las voces de Ronnie y Estelle Bennett junto a Nedra Talley, el amor no es fácil de explicar.

El equipo de The Bear acude a la cena final de la chef Terry, antes del cierre de su restaurante. Carmy observa las fotos de chefs que estuvieron ligados al lugar —en su mayoría son cocineros en la vida real—mientras recuerda varias de sus experiencias. “In The Garage", de Weezer, es una canción perfecta para reproducir la lógica del personaje. Lejos del abordaje de melodías felices al que se asoció a la banda en el Blue Album (1994), Rivers Cuomo escribía letras que lo ayudaban a entender situaciones de su vida.

Esa habitación a la que hace alusión, era donde se sentía seguro para dar rienda suelta a su mundo creativo, un pequeño espacio de contención. La cocina es el lugar donde Carmy aplica su rutina. No importa el amor, no importa nada más que hacer el plato propuesto. El problema es que esa reproducción hace daño a quienes lo rodean, por lo que no hay seguridad ni contención, aunque él crea que sí.

"My therapist said not to see you no more/She said you're like a disease without any cure/She said I'm so obsessed that I'm becoming a bore, oh no". “Laid”, de James, banda británica de los años 90, caracteriza a Carmy, que camina por Chicago mientras los demás se divierten. Su obsesión con el detalle y Fields le hicieron perder la órbita, el respeto hacia los demás. Ahora que enfrentó a su fantasma y también escuchó a Terry, una persona admirable que le dio hospitalidad, el futuro debería ser diferente. Lo mismo que él sufrió, se traspasó a Sydney, que siente maltrato de Carmy y rechazo en las decisiones creativas.

The Bear (2022)

The Bear (2022)

Finalmente, salió la crítica culinaria que podría definir el futuro del restaurante. La cámara hace énfasis en palabras de todo tipo, dando a entender que la opinión es mixta. La serie deja abierta la resolución para la cuarta temporada, con “Disarm”, de The Smashing Pumpkins, en los oídos del espectador.

La guitarra acústica, la voz en tono melodramático de Billy Corgan junto a una pequeña orquesta, dan grandilocuencia a una canción muy personal, para el líder del grupo de Chicago. “I used to be a little boy/So old in my shoes/And what I choose is my choice/What's a boy supposed to do?/The killer in me is the killer in you”, dice el estribillo que se emparenta con todos los problemas de Carmy, el dolor por su relación con su madre, la muerte de su hermano, los traumas adquiridos en la cocina y el miedo por el destino de The Bear.

La serie comenzó con una imagen sobre lo difícil que es trabajar en una cocina, una mirada sobre un sistema que absorbe. También, introdujo la noción de familia disfuncional. La tercera temporada parece regodearse en el sufrimiento, generando un ciclo eterno para los personajes. ¿Es necesario el maltrato para llevar adelante un restaurante? ¿Es necesaria la búsqueda de perfección? Las pequeñas historias de redención en personajes como Tina y Richie dan a entender que no. Storer pone foco en cómo la vida se mueve a través del dinero y la disciplina, todo es una trampa para evadir el tiempo libre. Carmy se siente así, pero hay una pequeña esperanza para el futuro, una parte de él quiere cambiar esos patrones.

La música es vital en la narrativa. El rock enérgico, como Pearl Jam, AC/DC o Beastie Boys, aparece en momentos de máxima tensión. Algunas canciones en vivo le dan más poder a una escena, como Wilco en la primera temporada, u Otis Redding cuando Carmy se enfrenta a Fields. La melancolía se da a través de artistas de la talla de Radiohead o R.E.M. En la breve tranquilidad suena Van Morrison. Para retratar un momento que une a un padre con su hija, se escucha a Taylor Swift. Los sonidos son eclécticos, como los sentimientos de cada personaje. Al igual que Refused en “New Noise”, están en búsqueda de un nuevo ritmo, una voz que no repita los errores del pasado, donde se pueda disfrutar de la vida, sin que la economía y la disciplina sean el pulso general. El punto es encontrar un balance.