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Contenido creado por Valentina Temesio
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“Abrazar la causa”: la marca con logo de colores que te quiere linda, libre y loca

En setiembre, el Mes de la Diversidad, ¿no preferimos que quienes pueden influenciar al resto, difundan causas en las que creemos?

14.09.2022 13:34

Lectura: 4'

2022-09-14T13:34:00-03:00
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Por Fernanda Kosak

Ya hace unos años me debato y me pregunto: ¿qué me pasa con las marcas grandes como Nike, Adidas, Uber (y podríamos seguir todo el día), que en el Mes del Orgullo se abrazan a la bandera LGBTI?

De primera, planteo que las posturas simplistas son “ayudan a la causa” y “se abrazan a la causa por marketing y no suman”.

Desde 2006 que en Uruguay setiembre es el Mes de la Diversidad. Algo así como nuestra versión del Orgullo LGBTI (que se celebra en junio en el mundo), que amplió su terminología también para incluir otras diversidades o minorías. Pero, en definitiva, el arcoíris es el que domina el tema.

Así que, como sucede en el resto del mundo en junio, es el mes en el que las marcas (y organismos estatales) se visten de arcoíris para mostrar su apoyo a la largamente rezagada comunidad LGBTIQ+. Esto, cuando es una cosa meramente cosmética, se llama #Pinkwashing. Es, en resumen, abrazarse a la causa para quedar asociado a esos valores que ahora (no antes) son considerados del bien, pero sin realmente efectuar cambios positivos para paliar el problema. Existe también el greenwashing, por ejemplo, cuando la causa es la ecología. En ese caso, vemos que marcas hacen campañas alrededor de, por ejemplo, dejar de vender pajitas de plástico, aunque sin modificar todo el resto de su cadena productiva que daña el medio ambiente.

Pero hablemos del pink. Si queremos que la inclusión sea norma, que se hable de la boca para afuera de estos temas, así sea por marketing, parece ser… ¿bueno? Sí, incluyendo que se le critique a las marcas que el resto del año no tienen la inclusión como prioridad, que no emplean tanta gente LGBTI, que tienen productos binarios… No sé, ¿no se empieza por algo?

Me recuerda al debate del hombre feminista caricaturizado y exagerado, el “aliadín”. Y es que, para en esos casos, estamos quemadas con leche, y es infinita la lista de hombres muy públicamente defensores de los derechos de las mujeres que han terminado siendo violentos o veladamente misóginos.

Pero mi duda persiste en los dos casos: ¿no preferimos que, si pueden influenciar al resto, difundan causas en las que creemos, aunque puertas para adentro sean reprochables? Creo que prefiero que ahora haya marcas que usen todo tipo de cuerpos en sus modelos, creo que es mejor que sea cool interesarse por los derechos de las mujeres (no como antes, que la norma era ser abiertamente machista). Creo que no se ha llegado a una meta final. Prefiero cómo estamos a como estábamos, pero no a cómo estaremos.

Tanto la marca que usa la diversidad para vender como el misógino que usa el feminismo para levantar, nos dan más bronca que quienes sin pudor se saben antiderechos. Nos molestan más por hipócritas, por utilizar a quienes oprimen. Sí, estoy de acuerdo. Pero ¿no nos sirve usarlos también? ¿No es importante que una marca como Facebook se pare del lado de una causa? ¿Que haya hombres en asados parándole el carro a sus amigos? No los defiendo, no quiero estar de su lado. Me parece que podemos enojarnos con lo que cabe enojarse, pero también cosechar los beneficios de su “ayuda”.

Desde Vibras, donde tratamos de tener perspectiva de género todo el año, les deseamos un hermoso Mes de la Diversidad.

*Fernanda Kosak es comunicadora, periodista y empresaria. Trabajó en diario, radio, televisión y escribió el libro periodístico La mansión del sexo (Fin de Siglo 2020). Hoy conduce un programa en Del Sol FM y dirige el sex shop con perspectiva de género Vibras.

Por Fernanda Kosak