El presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), que funciona bajo la órbita del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Luis Purtscher, se refirió, en entrevista con 970 Noticias, a la denuncia contra el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés por un presunto caso de explotación sexual como un episodio que “rompe el umbral de lo aceptable”.
A su vez, dijo que el aumento de penas no necesariamente es un elemento que permita la disminución del delito, al tiempo que manifestó que la pobreza es un común denominador en estas situaciones y el 30% de los abusos no son denunciados.
Al ser consultado por cómo estaba observando el desarrollo de la denuncia de la militante del Partido Nacional Romina Celeste Papasso contra Penadés, Purtscher sostuvo que ese tipo de noticias “rompen el umbral de lo que la sociedad entiende como mínimamente aceptable”. “Pasa la línea”, afirmó.
“No es la primera vez que se vincula a un político en estos casos. No hay ámbitos de la vida social que queden fuera de este problema. Si miramos los perfiles de la operación Océano vamos a encontrar políticos, en otros casos figuras religiosas, en otros empresarios. No es extraño que aparezcan figuras relevantes dentro del conjunto de explotadores”, manifestó Purtscher.
Sobre si el aumento de penas sería un elemento de disuasión ante estos hechos, el presidente de comité dijo que no ayudaría del todo. “No necesariamente, y, si bien tengo una opinión personal, el aumento de penas no garantiza la mejor persecución del delito. Me gustaría que fuéramos más eficientes en cuantos quienes violan la ley y no tanto un aumento de penas, que en todos los casos termina con la privación de libertad”, argumentó.
Respecto al porcentaje de denuncias, expresó que más de la mitad de los casos se encuentran denunciados. “Sabemos que los números son un subregistro, y más del 71% de los casos están denunciados y en tratamiento judicial. Otros no porque los números incluyen las presunciones de ser un caso. El número es una foto, pero en la realidad contamos la atención y el abordaje. El 30% de los casos de explotación sexual infantil no se denuncian”, afirmó.
Purtscher expresó que muchas situaciones de abuso tienen como común denominador la pobreza. “Los casos, muchas veces, se dan en particular en los barrios más comprometidos desde el punto de vista social y económico. Donde hay pobreza existe la coexistencia de otros problemas sociales graves que están conectados con estos temas. La explotación sexual comercial no se da en el aire, ocurre en un lugar”, puntualizó.