“Es importante la víctima que aparezca” como resultado del análisis de los restos hallados en el Batallón 14 el pasado 6 de junio, expresó el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.
“Según cual sea la identidad de esa persona nos va a abrir determinadas puertas”, aseveró el fiscal en diálogo con Radio Universal. En tal sentido, explicó que, si fuera Amelia Sanjurjo, “se configuraría el circuito de La Tablada”, en referencia a que Blanco Valiente pasó por ese centro clandestino de detención y tortura, al igual que Sanjurjo.
Si fuera Elena Quinteros “ahí cambiaría un poco la lógica de trabajo”, y si fuera María Claudia Gelman “está dentro de la lógica de lo que se dijo en su momento”, detalló el fiscal. “Si fuera de Argentina ahí se abriría un panorama muy distinto”, señaló.
A su vez, Perciballe opinó que hay “varias señales” que apuntan a que se debe seguir trabajando en el Batallón 14. En primer lugar porque “seguimos confirmando que aquí hubo una responsabilidad del Estado en la desaparición forzada” durante la dictadura cívico-militar; segundo, por lo que “se dijo en un momento de que los cuerpos fueron desenterrados, incinerados y arrojados al mar no es cierto”, y tercero porque “se confirma” que el Batallón 14 “fue un centro clandestino de enterramiento” pero “no necesariamente” de detención y tortura.
“El 14 es un objetivo importante y por eso se debe trabajar en el lugar”, remarcó.
Por otro lado, Perciballe comentó que al día siguiente de que esos restos fueron hallados en el Batallón 14 “llegó una información” acerca de otro posible hallazgo, esta vez en la Caballería 6. “Esto no necesariamente implica nada”, matizó el fiscal, al tiempo que indicó que ya pasó la información a la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) y que ahora “comienza todo un trabajo de chequeo”.