El Chavo
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Allá por el año 1971 un sujeto llamado
Roberto Gómez Bolaños y conocido como
Chespirito por su afición a la escritura (diminutivo
de Shakespeare pronunciado al estilo Penélope
Cruz), inició un programa de TV que se metería
en el corazón de varias generaciones latinoamericanas.
Se trataba del Chavo del Ocho, la historia de una típica
“vecindad” mexicana, llena de estereotipos
reconocibles, caricaturizados y que recorrían
con humor y calidez las diferentes clases sociales del
México de los ’70.
El Chavo, originalmente sólo un sketch del programa
Chespirito, comenzó a nutrirse de los personajes
que todos conocemos. Contextualizada en un barrio pobre
de América Latina, la serie tiene una serie de
personajes desarraigados y sin vínculos familiares
fuertes (recordar a Ramón y Doña Florinda
viudos y el Chavo como un niño abandonado) a
tal punto que la propia vecindad se constituye en una
suerte de grupo familiar.
Encerrados en este micromundo con pocas incursiones
del exterior, el Chavo y amigos lograron a través
del mecanismo del humor hacerse comprender perfectamente
por decenas de países de habla hispana. A partir
de 1971 la popularidad de la serie fue creciendo por
toda Latinoamérica, al igual que sus personajes,
lo que llevaría a los primeros problemas entre
los actores.
Llegado 1978 Carlos Villagrán (Quico)decide retirarse
para crecer artísticamente y trabajar por su
cuenta. Planea llevarse consigo el personaje para realizar
distintos shows, a lo que Roberto Gómez Bolaños
se opone por considerar que se trataba de una creación
suya. El asunto terminó en un juicio en el que
Chespirito se quedó con todos los derechos del
personaje, por lo que Villagrán debió
rebautizarlo como “Kiko”.
Años más tarde sería la Chilindrina
quien intentara una jugada similar, pero esta vez contó
con más argumentos o al menos más dinero
para contratar abogados, ya que el tema se saldó
amistosamente, quedándose ambos con los derechos
del personaje.
El show, a pesar de los cambios, retiradas de su impulso
cuesta abajo, se mantuvo hasta 1994, llenando tanto
el corazón como los bolsillos de Gómez
Bolaños. El destino de los personajes y los actores
que los encarnaban, entre tanto, siguió otro
rumbo.
El Chavo – Roberto Gómez Bolaños
El Chavo es el niño abandonado de la vecindad.
Nadie sabe dónde y con quién vive y cada
vez que intenta decirlo algo sucede.
Roberto Gómez Bolaños, su doppelgänger
real, es una figura con múltiples actividades
culturales, desde escritor o guionista hasta productor.
Produjo, actuó y dirigió cinco películas.
Sigue escribiendo para teatro y cine. Se casó
hace pocos meses con Florinda Meza, la actriz que hacía
de Doña Florinda del Chavo. Siempre se dijo que
la conoció siendo una auxiliar de limpieza (ella,
no él) y la llevó luego al show, aunque
esto fue negado por ambos.
Don Ramón – Ramón Valdez
Don Ramón es un pobre trabajador del vecindario
que sin embargo nadie ha visto trabajando. Es el padre
viudo de la Chilindrina, en eterno conflicto con Señor
Barriga.
El actor Ramón Valdez era el más parecido
a su personaje en la vida real, excepto por su aversión
al trabajo. Se casó 3 veces, tuvo diez hijos
y viajó con su propio circo por todo México
hasta su muerte, en 1988.
Quico – Carlos Villagrán
Es el hijo de Doña Florinda, un niño envidioso,
mimado y de cachetes mullidos que causa sin embargo
simpatía.
Carlos Villagrán se fue en el ’78, según
él echado por un envidioso Gómez Bolaños
y respaldado por Ramón Valdez. Tiene 61 años
y aún sigue haciendo el personaje de Quico; tuvo
una serie de programas de televisión con el mismo
personaje ligeramente modificado y luego inició
El Circo de Kiko, con el que recorre toda Latinoamérica.
Hace poco estuvo en Argentina.
Doña Florinda – Florinda Meza
La mamá de Quico, la típica doña
de barrio con aires de suficiencia y eterna golpeadora
de Don Ramón.
La actriz Florinda Meza es también escritora
y directora y realizó varios guiones de telenovelas.
Vive junto a su marido Gómez Bolaños y
participa en varios de sus proyectos.
El profesor Jirafales – Ruben Aguirre
El profesor de la escuela, vanidoso, sabihondo y enamorado
de Doña Florinda.
Ruben Aguirre parece hoy más Señor Barriga
que Jirafales, de acuerdo a lo que engordó. Tiene
70 años, es productor de TV y sigue haciendo
ocasionalmente su personaje en diferentes circos, un
fenómeno común en México, por lo
visto.
La Bruja del 71 – Angelines Fernández
Es la solterona de la vecindad, en el fondo buena y
enamorada de Don Ramón.
La actriz Angelines hizo radionovelas, cine y fue actriz
dramática de teatro hasta su muerte en 1994,
a la edad de 71 años.
Señor Barriga y Ñoño – Edgar
Vivar
El Señor Barriga es el capitalista del barrio,
el dueño de la vecindad, siempre listo para cobrar
la renta. El ñoño es su hijo acomodado
y excesivamente gordo.
Edgar Vivar, el actor que personifica ambos personajes,
bajó 50 kilos de peso luego de un problema glandular
que lo llevó a engordar en forma desmedida. Abandonó
la serie por problemas cardíacos y ahora actúa
en telenovelas.
Chilindrina – María Antonieta de
las Nieves
Es la niña más inteligente y pícara
de la vecindad, quizá producto de su imaginación
para compensar la pobreza de su hogar.
María Antonieta continúa haciendo este
personaje en distintos circos, al igual que varios de
los actores de la tira. Habría que investigar
hasta qué edad se puede seguir interpretando
un niño sin caer en una suerte de parodia de
la parodia.
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