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Si esto es un hombre

Congo: periodistas de España y Uruguay por la captura de Sheka

El periodista español Julio Alonso, y sus colegas uruguayos Álvaro Carballo y Armando Sartorotti, elevaron una petición a ONU solicitando que se aporte la documentación necesaria para llevar ante los tribunales internacionales a Ntabo Ntaberi "Sheka", líder de la guerrilla congolesa Mai Mai y responsable de incontables violaciones a los DD. HH.

26.06.2014 16:09

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2014-06-26T16:09:00-03:00
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Montevideo Portal

El periodista y cooperante español Julio Alonso ha sido durante varias décadas eso que se conoce como "corresponsal de guerra". El ejercicio de esa profesión lo llevó en varias ocasiones a Congo, donde el contacto con militares uruguayos de las misiones de paz se transformó pronto en activa colaboración recíproca.

Según suele contar el propio Alonso, la constatación de que los efectivos de nuestro país demostraban un interés por la población civil local que no existía en otros contingentes hizo que los viera como eventuales aliados en labores humanitarias, cooperación que se dio en más de una situación.

Meses atrás, Alonso regresó al conflictivo país africano en compañía de los periodistas uruguayos Álvaro Carballo y Armando Sartorotti, donde trabajaron en la realización de un documental acerca de la compleja situación congolesa, país inmerso en un conflicto donde factores económicos, políticos y étnicos se entrecruzan y potencian.

De regreso a sus respectivos países de origen, los tres periodistas decidieron tomar acciones para suprimir una de las mayores amenazas para la población civil en Congo, protagonista de los episodios más sangrientos del prolongado conflicto: Ntabo Ntaberi "Sheka".

Para Alonso, quien conoce muy bien el prontuario de Sheka, este no es un criminal de guerra "normal", ya que no obedece consignas ideológicas, étnicas, religiosas o nacionales. Es un genocida económico que comete todos los delitos tipificados de lesa humanidad y crimen de guerra en el Estatuto de Roma (1998).

Apelando con frecuencia al asesinato, la mutilación, la violación y el secuestro como instrumentos de terror, y revelándose como un verdadero especialista en limpieza étnica, supera en crímenes a Bosco Ntaganda -preso en Holanda- al grupo nigeriano Boko Haram y otros criminales con más prensa.

En su haber acumula más de 1.500 asesinatos de civiles, más de un millar de denuncias por violación, persecución, desaparición, secuestro, reclutamiento de menores, tortura, ejecución de prisioneros y otras "lindezas", delitos certificados en documentos oficiales y públicos de ONU y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO).

Sus acciones y alianzas están marcadas por la fluctuación de los mercados de la wolfranita, estaño o casiterita, recuerda Alonso.

En la República Democrática del Congo (RDC) tiene orden de captura por delitos de lesa humanidad y violaciones masivas cometidas en julio de 2010 en la zona de Luvungi. La orden no se ha ejecutado, pese a que existieron ocasiones de lograr su detención, siendo esta responsabilidad del gobierno local.

Una orden internacional que acusara a Sheka de delitos contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos entre 2009/2014 no incluidos en la orden congolesa, justificaría la acción de MONUSCO, aumentaría la presión sobre el gobierno de la RDC, enviaría un mensaje igualitario a los grupos armados y retraería las acciones de Sheka y su gente. Sería un claro mensaje para "ejecutores", promotores del conflicto y aspirantes, afirma el cronista.

Para Alonso, neutralizar a Sheka es frenar la reactivación en los próximos meses de frentes en las castigadas regiones de Walikale y Masisi, retrasar los efectos de ataques destinados a sembrar el terror contra civiles en zonas mineras, evitar cientos de violaciones, asesinatos, torturas, y miles de desplazados internos y sus emergencias.

Sheka

Sheka mantiene una estructura de fieles, pero organiza su fuerza con alianzas, una forma también de dispersar responsabilidades. Sin embargo, existen numerosos testimonios y documentos que le identifican como jefe supremo del grupo NDC y sus alianzas, y como responsable de sus crímenes.

Asimismo, el líder Mai Mai maneja un entramado sociofamiliar que atraviesa empresas, administración local, gobierno, ONGs y sectores de la MONUSCO.

El nuevo espectro que se abre para Sheka ante las recientes desmovilizaciones del grupo guerrillero ruandés FDLR es tentador: ocupar las zonas debilitadas por la desmovilización y retomar la mina de Bisie. En la actualidad -estima Alonso- Sheka debe haber firmado un acuerdo con compañías mineras, encontrándose en fase de "captación".

El presente

Tal como pudo comprobar Montevideo Portal en su reciente visita a Congo, Sheka y sus hombres abandonaron meses atrás sus posiciones en el territorio de Masisi, desplazándose hacia la impenetrable selva de Walikale.

Esta retirada se debió en parte a la amenaza de la Brigada de Intervención, creada por ONU para suprimir a los grupos armados, declarados ilegales a fines del año pasado.

También tuvo mucho que ver en ello la negociación llevada a cabo por los cascos azules uruguayos, que desde la base de Pinga -situada en una zona que Sheka controlaba- logró pacificar la región y salvaguardar a la población civil.

Sin embargo, Sheka continúa libre y su amenaza para los habitantes de Congo -especialmente en la región oriental- es real.

Carta a la ONU

A: Martin Kobler, Representante de Naciones Unidas en la Misión de Estabilidad en la República Democrática del Congo.
Los abajo firmantes queremos a Ntabo Ntaberi "Sheka" ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad en la RDC. Solicitamos su colaboración aportando la documentación necesaria para detener y juzgar a un criminal de guerra.

"Sheka" no obedece consignas ideológicas, étnicas, religiosas o nacionales, es un genocida económico por encargo, un Karadzic africano especialista en limpieza étnica, que compite en crímenes con Boko Haram de Nigeria y utiliza el asesinato, mutilación y violación como instrumentos de terror.

Miles de acusaciones de asesinato, violaciones, secuestro, persecuciones, desaparición, reclutamiento de menores, tortura y ejecución de prisioneros, son su prontuario criminal desde 2009 hasta hoy.

Acusado de organizar cientos de violaciones en 2010, las autoridades de la R.D. Congo han demostrado su inoperancia por la infiltración que Ntaberi tiene en en el ejécito de RDC. Una orden internacional revertiría la situación y permitiría a la MONUSCO una actuación más independiente y segura.

Las pruebas de los delitos están documentadas en los informes de MONUSCO ante cada denuncia. En especial los realizados por el COB de Pinga en Abril/Noviembre 2013 y los testimonios del personal de MONUSCO.

Por todo ello señor Kobler, solicitamos amparándonos en el artículo 15 del Tratado de Roma y los acuerdos que ONU mantiene con el TPI, envíe la documentación a la Fiscalía del tribunal.
Atentamente,

Julio Alonso, Álvaro Carballo y Armando Sartorotti.

Impulsá la petición a través de Change. org

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