La Camerata Punta del Este
La Camerata Punta del Este es un ensemble de origen uruguayo, fundado
en 1969. Desde entonces, el grupo original fue reorganizado varias
veces con nuevos integrantes. Con gran experiencia en música
de cámara y sinfónica, sus miembros han actuado en organismos
tales como la Filarmónica de Buenos Aires, Filarmónica
de la Universidad de México, Filarmónica de Montevideo
y la Orquesta Sinfónica del SODRE.
Es un grupo inquieto con un repertorio que va desde lo clásico
a lo popular. Interpreta acabadamente toda la literatura clásica,
pero la música popular es parte importante de su repertorio.
Ha captado los géneros populares de Argentina y Uruguay, especialmente
el tango, la milonga y el candombe, y los ha transportado del salón
de baile a la sala de conciertos.
La Camerata Punta del Este ha dado muchos conciertos en todas partes
de América y Europa y ha recibido el reconocimiento de la critica
internacional por su maestría instrumental y su singular sensibilidad
estilística. Pero, más importante, en todos lados ha
recibido el fervoroso aplauso del público.
AÑORADOS OFICIANTES
La Camerata Punta del Este surgió a finales de la década
de los 60, la década mas fermental, síntesis perfecta
de un siglo imperfecto, que se acaba. Surgió en Uruguay, un
país del tercer mundo habitado por seres que apostaban a grandes
cambios en todo orden. Los Beatles ya habían sido aceptados,
la minifalda era vestimenta común, el catalán Joan Manuel
Serrat se escuchaba en las principales radios, el mayo francés
y las conmociones en el campus de Berkeley de la Universidad de California
alentaban a los estudiantes uruguayos, la píldora anticonceptiva
daba rienda suelta a los impulsos juveniles, la clase obrera se sabia
con un lugar en el Paraíso, y entre muchos – no sigo
entre todos para no ser arrogante ni desmentido por la Historia –
soñábamos un mundo mejor. Éramos, o pretendíamos
serlo, solidarios. La utopía de Tomas Moro estaba a la vuelta
de la esquina. Veníamos de triunfos alentadores: la revolución
cubana, Vietnam, el tribunal Russell, el compromiso de la Iglesia
frente a los desposeídos, bajo Juan XXIII y Pablo VI, la llegada
del hombre a la luna.
En ese clima de cambios nace la Camerata Punta del Este, por la pasión
de siete músicos de formación académica dispuestos
a cambiar lo que se venia escuchando y lo que ellos mismos, esclavos
de partituras aprendidas, fraseaban hasta el hastío. La Camerata
crece y se desarrolla por la voluntad de cambiar – perdón
por la reiteración pero fue el verbo mas dulce y conjugado
en aquel tiempo – por lo que intuían como un paso adelante.
Fue una oxigenación. Un aire renovado invadió los espacios
cerrados y los transformó, abriéndolos a lo popular,
que gano su lugar.
La Camerata Punta del Este no fue una concepción por partenogénesis.
Fue fruto de su tiempo, el mas hermoso de nuestro pasado reciente,
el que recrea la utopía futura donde el hombre, soñábamos,
ocuparía su justo lugar en el mundo.
Luego vino la noche, la furia contenida se lanzo contra los utópicos,
los soñadores fueron perseguidos y prohibidos. La esperanza
fue abolida por decreto. El silencio dejo de ser un compás
de espera para transformarse en un llanto callado. La persecución,
la cárcel y la muerte o el destierro, se instalaron para anunciar
el triunfo del orden.
Como miles de sus compatriotas, los músicos de la Camerata
debieron exiliarse. Y allá afuera, en México, la Camerata
Punta del Este siguió sonando y triunfando, con esa música
sin dobleces, vanguardista en su propuesta y a la vez autentica, solidaria
con quienes aquí, en este pequeño país, nos habíamos
quedado.
En reuniones casi clandestinas, con amigos que habían podido
salvar algunos discos prohibidos, nos reuníamos y escuchábamos
la música. Conversábamos poco y disfrutábamos
el momento. No éramos felices, seria una mentira decir lo contrario,
pero nos sentíamos acompañados, reconfortados por el
encuentro convocado por aquellos añorados oficiantes. Milton
Fornaro
Montevideo, marzo de 1999
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